viernes, 5 de abril de 2019

EL CABALLERO DE LA REINA

"El caballero de la reina" es un breve cuento personal que escribí pensando en alguna zona específica de la edad media y basado en un reino ficticio sin nombre. El relato es muy simple y peca de ser tremendamente inconsciente académicamente hablando, pero cumple su cometido que es expresar una idea. De todas formas, esta versión del cuento presenta correcciones dado a que la versión original tenía muchos errores.

NOTA: Primer corrección mía. Segunda (la actual) corrección/edición por Sacer.

Por último añadir, que para no faltar a la constante costumbre de mis relatos e historias, la temática de este breve cuento es oscura, trágica y satírica. 


"A Little Prince likely in Time to bless a Royal Throne"
de Edmund Blair Leighton.
Había una vez en un reino, una reina viuda que gobernaba de forma justa para algunos e injusta para otros. Esta reina tenía, como de costumbre, su propia guardia real, pero era un caballero real uno de sus favoritos y exclusivamente de ella. El populacho, que se reía cuando lo veía al caballero al lado de la reina, no dudaba en que todo era demasiado extraño, mas sentían como si fuese una especie de esclavo amoroso, sin siquiera la reina mostrar un afecto directo hacia él, pero dado a que el caballero respondía siempre a las acciones de la reina sin chistar y dado a que parecía no tener criterio personal, la gente llegó incluso a pensar que era una especie de hechizado romántico.


Si la reina reía, el caballero reía, si la reina miraba mal a alguien, el caballero mostraba su enojo y desprecio por tal mundana alma desgraciada. Si la reina ordenaba matar a tal persona, el caballero lo hacía sin chistar y sin cuestionar bajo ningún punto de vista sus órdenes. No daba siquiera tiempo a que sus evidentes enemigos dieran una razón para que él se apiadara de la vida. Ese caballero adoraba y servía de tal forma a su reina, que la gente comenzó a pensar cosas como:


— ¡Demonios! ¿Pero cuál es el sueldo de ese caballero para que la sirva tan irracionalmente fiel? — 

— ¡Debe de esperar usurpar el trono! ¡Es la única explicación aparente!— 

Pero ciertamente, ninguna de estas teorías exaltadas era la correcta.

Una vez en la cena real, un pueblerino cuestionó gravemente la forma en la que la reina gobernaba sobre la plebe. La reina no alcanzó siquiera a expresar su enojo con su cínica mirada, mas el caballero actuó al instante tomando al hombre de granja por los hombros y llevándolo hacia fuera, la crítica había sido cierta y consistente, a tal punto de que la reina no pudo siquiera responder. Pero no hacían falta las palabras en su defensa, pues las acciones ya repetidas eran el mejor argumento que le darían el gozo de triunfo.

El caballero llevó al granjero a las alcantarillas donde se solía torturar hasta la muerte a los herejes del trono. Lo sentó en una silla de madera que había conocido mejores días, y desenvaino su afilada y plateada espada. El pueblerino estaba dispuesto a morir y se hizo cargo de lo que dijo, pero antes de su inevitable destino, le dijo al caballero:

— Sabéis que lo que dije es verdad, ¿cierto? Aún así apoyas la corrupción de esta viuda y oscura reina, el rey se hubiese realmente decepcionado de estas actitudes por su parte, y pensar que alguna vez tú fuiste de alguna forma el rey, ¿Por qué no la cuestionas? ¿Paga en especies? ¿En cochinos de buena calidad? ¿En un rebaño de ovejas mansas que no dan trabajo pastorear? ¿En grandes cantidades de oro? ¿Cuál es el precio por el cual te corrompes con tanta facilidad, cual es esa razón por la cual sigues apoyando el delirio de la reina? Mas, siquiera ella sabe lo que hace—.

El caballero lo miro fijamente y como casi nunca respondió con tranquilidad:

— Amor. Esa es mi paga, amor. Nunca alguien me amó tanto en la vida, nunca alguien me entregó tanto su alma. No cobro nada, ni tampoco poseo su cuerpo por las noches, mi única paga es el amor. — 
El pueblerino moviendo la cabeza negativamente y sorprendido ante tal argumento, añadió:

— ¡Ella no os ama!, ¿Cómo sabéis vosotros que sí, sino? He visto como os mira, con codicia y poder sobre vosotros, codicia más de la que tiene en dinero, ella os está utilizando para que castiguéis nuestros supuestos crímenes contra la realeza, algo tan falso como ese supuesto amor que ella siente por ti—añadió el pueblerino exaltado, intentando hacer entrar en razón al ciego subordinado.

El caballero sonrió y respondió finalmente:

— Vuestras palabras no me ofenden, no me sorprende que de vuestra boca salgan tantas ignorantes afirmaciones. ¿Sabéis por qué sé que la reina me ama? Ella me entrega su poder, una sonrisa, un fuerte abrazo en las noches, un breve gracias por mi servicio, ¿Qué reina haría eso con un caballero de clase media-baja como yo? ¿Qué es eso sino una muestra de su amor tímido hacia mi persona? Por ella soy capaz de matar sin cuestionar, de mirar mal sin intencionalidad, todo enemigo de la reina es enemigo mío, así sea amigo o un ser querido, si es enemigo de la reina, es enemigo mío...—.

Y antes de dejar responder al granjero, el caballero atravesó su estómago con la espada, matándolo con el tiempo y deshaciéndose del cuerpo en el río que terminaría el limpio trabajo. Y así, el pueblerino fue uno de los tantos que la reina mandó a matar por temer que la cuestionaran. Algunos eran EXPULSADOS DEL REINO por tan solo cuestionar que las leyes eran excesivamente crueles o dudar de la veracidad razonable de ella. Un día, la reina termino volviéndose loca, y al dudar de sus fieles, no dudo y ordeno al caballero que se suicidara, acto que el realizo con total orgullo y con lagrima en sus ojos, pero como de costumbre, sin cuestionarla.

Tiempo después, la reina fue hallada sin vida en su cámara real. Se había suicidado luego de un largo tiempo de dolor. Murió sola, pero eso sí, también acompañada de una ceguera mortal: oro; los lujos que acostumbraba un rico y avaricioso rey; el fantasma de la impertinencia y una fuerte, terrible y sacra nostalgia que terminó por consumir sus días en un eterno arrepentimiento que la llevó a enfermar antes de perecer.

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